martes, 23 de agosto de 2011

PINOCHO (VERSION 3)

En un pequeño pueblo alejado de todo el bullicio de la ciudad vivía un brillante científico llamado Orlando quien era conocido por los habitantes del lugar como el Doctor imaginación, el vivía junto con su hijo hunter. Hunter era un niño muy despierto, alegre y divertido y cuya mayor afición eran los libros de cuentos y aventuras, a Hunter le gustaba recorrer el bosque y acostarse encima de un viejo y caluroso árbol de pino donde a veces se quedaba dormido y soñaba con que era el capitán de un inmenso barco, combatiendo piratas como los héroes de sus libros.
Hunter admiraba mucho a Orlando y aunque muchos de sus compañeros de escuela decían que su padre estaba loco el siempre afirmaba que su padre era el mejor en su trabajo, en el fondo de su corazón deseaba algún día ser como él.
Orlando amaba mucho a su hijo, era su adoración pero había momentos en que se concentraba demasiado en su trabajo y no le prestaba mucha atención. Llego un domingo que Hunter había estado esperando desde hace mucho tiempo ya que ese día su padre le había prometido que irían de pesca, muy emocionado al saber que compartiría esos momentos con él, no espero un minuto más y fue a decirle a su padre para que vayan de pesca, pero Orlando dijo que lo sentía pero no podía ir porque estaba muy ocupado con su trabajo, su hijo le insistió y le dijo que él se lo había prometido pero su padre afirmo que había estado trabajando mucho en la creación de un robot y no iría a ningún lado hasta poder terminarlo, Hunter muy apenado decidió ir solo a pescar sin decirle nada a su padre.
Después de unos momentos Orlando se sentía muy arrepentido por haber rechazado a su hijo y no ir a pescar junto con el cómo le había prometido, así que decidió dejar su trabajo e ir en busca de Hunter, al cabo de una hora lo busco por todo el bosque pero no pudo encontrarlo y fue cuando recordó que antes de salir Hunter se llevo una caña de pescar, entonces un temor muy grande invadió a Orlando, corriendo salió en busca de su hijo hacia el rio. Mientras tanto Hunter ya en el rio se percato que la forma más rápida de pescar era cerca de la cascada porque en ese lugar era donde se acumulaban la mayoría de peces, subiéndose a un árbol decidió que pescaría desde ahí. Orlando que ya había llegado al rio vio que Hunter estaba colgado de una rama y que esta se iba desprendiendo poco a poco de la raíz del árbol sin que su hijo pudiera darse cuenta. Orlando grito: Hunteerrrrrrrrrrr!!!!; pero era demasiado tarde, la rama se había desprendido del árbol y Hunter había sido arrastrado por la cascada hacia el fondo del rio. Fueron meses interminables en busca de su hijo pero no hubo respuesta, Orlando había descuidado su apariencia, que hasta la barba le había crecido y el robot que tanto esfuerzo le costó terminar estaba empolvado por el paso del tiempo. Orlando extrañaba tanto a su hijo que hubiera cambiado todo con tal de que el  regresara.
Fue un día de verano en que Orlando recorría el bosque y de repente se sintió muy cansado decidiendo acostarse al pie del árbol de pino en donde su hijo siempre lo hacía. Al despertarse, tuvo una brillante idea, corrió apresurado hacia su taller y decidió darle los últimos toques al robot por el que había trabajado por tanto tiempo. Este robot era idéntico a su hijo pues tenía sus mismas facciones, ya que Orlando lo construyo para que Hunter jugara con él y sean como hermanos. El robot recibió el nombre de Pinocho, ya que su cuerpo era de metal pero su corazón fue construido con un pedazo de madera del árbol de pino en donde hunter siempre jugaba, de ahí al nombre de Pinocho.
Esa noche algo mágico ocurrió, un Ángel que había visto la tristeza en el corazón de Orlando al perder a su hijo, sintió tanta pena por el que decidió convertir a Pinocho en un niño de verdad así el corazón de madera de pinocho cobraría vida gracias al amor que Hunter demostró hacia el viejo árbol de pino del bosque.
Fue así que Orlando encontró nuevamente la felicidad al lado de su hijo Pinocho viviendo felices por el resto de sus días.

PINOCHO (VERSION 2)

Erase una vez un anciano de barbas blancas y muy grandes, el era carpintero y tenía como mascota a un burro, este animal era maltratado por su amo, quien era una persona que renegaba mucho. Un día llego una señora a su carpintería y le pidió que le fabricara un muñeco hecho de madera de Pino, el anciano comenzó a trabajar sin descansar, pues era muy avaro, pasaban días y faltaba poco para terminar el muñeco.

Llego el día en que tenía que entregar al muñeco terminado, sin embargo la señora que lo encargo nunca llego, al parecer le habían jugado una trampa al anciano renegón.
Él que no dejaba de lado su carácter decidió quedarse con el muñeco y no hacer caso a las burlas porque había trabajado en vano, ese día desfogo toda su cólera con su muñeco a quien lo llamo Pinocho, lo tiro al suelo y lo dejo de lado por una esquina de su enorme carpintería.

Todos los días el anciano renegaba con el muñeco Pinocho, pues le decía que había perdido mucho dinero en su fabricación y que todo su trabajo había sido en vano, el anciano le gritaba ¡párate y devuélveme el dinero que gaste!, sin embargo el deseo era inútil, pues Pinocho solo era un muñeco. Un día de tantos gritos e insultos hacia el muñeco, el deseo del anciano de convertirlo en ser humano se hizo realidad, pues Pinocho se levanto del suelo y empezó a caminar como un niño normal, ese día el anciano casi muere de la impresión y gritaba ¡no puede ser, el muñeco es de carne y hueso, y ya no madera! Fue tan grande el asombro del anciano que utilizo al muñeco para su beneficio, pues cobraba dinero a sus vecinos para que vieran como el niño de madera se convirtió en un niño real. Todos los días le obligaba a Pinocho a realizar una nueva maniobra para que sus vecinos puedan pagar por ver un espectáculo tan real y fantástico, Pinocho nunca reclamo nada y siempre obedecía las órdenes  del viejo renegón y avaro.

El anciano comenzó a convivir con Pinocho, pero este anciano era tan avaro que solo alimentaba al niño con agua y pan, no entendía aun que era un niño de carne y hueso y que necesitaba de una buena comida para su desarrollo y por ende para que no se enfermara. Sus vecinos lo criticaban mucho, pues explotaba a Pinocho, pero el anciano se hacia el de oídos sordos y nunca comprendió que ahora Pinocho también necesitaba afecto y mucho cariño.

Pinocho trabajaba y nunca descanso, hasta que un día no pudo y cayó enfermo, el anciano le gritaba ¡párate que tienes que trabajar! pero Pinocho no podía su cuerpo no respondía, pasaban días, semanas y Pinocho seguía enfermo; ahora el anciano entendía que realmente había cometido un error y que ahora Pinocho necesitaba de su ayuda y cuidados para recuperarse.
El anciano cuidaba día y noche de Pinocho, él aprendió a quererlo y respetarlo; gracias a los cuidados del anciano, Pinocho se recupero, y el anciano entendió que era un niño y necesita de cuidados y de mucho amor; todo cambio y ahora Pinocho y el anciano eran una familia, Pinocho fue al colegio y el anciano se volvió más bueno para con sus clientes.

PINOCHO (VERSION 1)

En una vieja aldea vivía una pareja de ancianos que añoraban y deseaban con todo el corazón tener un compañero en el hogar, pues ellos ya se sentían viejos y solos; por lo que un día por la mañana salieron a recorrer el bosque juntos y encontraron un muñeco tirado y en mal estado, ellos decidieron recogerlo y llevarlo a su pequeña choza, el muñeco parecía real y sus ojos tenían un brillo especial; entonces los ancianos se preguntaron ¿Por qué un muñeco tan lindo fue tirado y abandonado? Ellos sentían mucha pena pero a la vez mucha alegría, pues habrían encontrado por fin a su compañero que tanto deseaban. La anciana decidió coserle un nuevo traje al invitado y el anciano decidió reparar unos zapatos ya viejos y sin uso para el muñeco.


Los ancianos siempre cuidaban del muñeco y le daban la mejor atención, pues ellos se imaginaban que era real, de carne y hueso; cuando ellos salían al bosque a recoger frutas y maderas para calentarse por el frio lo llevaban al muñeco y  jugaban con él, ellos eran una verdadera familia. Regresaban del bosque muy contentos y felices.
Hasta que un día de paseo por el bosque el muñeco se perdió y los ancianos regresaron a su choza muy tristes y acongojados, pues habían perdido a su mayor tesoro y compañía, sin embargo los ancianos regresaron el día  siguiente, el día siguiente y no encontraban nada, hasta que después de una larga semana regresaron al bosque a buscar al muñeco y se llevaron una gran sorpresa, ohhhh el muñeco estaba encima de un pino y tenia vida propia, pues al parecer ese pino era encantado y derramaba magia.

Los ancianos no lo podían creer, ellos gritaban del susto y a la vez de felicidad ¡no lo puedo creer! decía el anciano a la anciana; sin embargo el muñeco al ser convertido en niño por la magia del pino tenía una condición: “si el niño decía mentiras nunca crecería y se quedaría pequeño para siempre”. Llamaron Pinocho al niño, gracias a la magia que poseía el pino. Ese día regresaron los ancianos y Pinocho a la pequeña choza.

Todo era felicidad, Pinocho era un niño ejemplo, el vivía agradecido del pino que le dio vida y unos abuelos muy buenos que lo querían sin ninguna condición, algunos días la anciana se ponía celosa, pues el abuelo le contaba cuentos y lo hacia reír todas las noches  a Pinocho, y la abuela pensaba que la dejaban de lado y ya no la querían; sin embargo Pinocho iba y abrazaba a la abuela y todo volvía a la felicidad.
Pinocho aprendió a vivir en familia y aprendió buenos modales y costumbres por los abuelos que tanto lo querían, esto significo que Pinocho cumplió con la condición de no mentir y se convirtió en un hombre fuerte y grande que daba la vida por sus abuelos, pues ahora le tocaba cuidar de ellos.
Pinocho se convirtió en la fuerza de los abuelos, y para los abuelos, Pinocho era su felicidad.




PINOCHO (VERSION TRADICIONAL)

En una vieja carpintería, Geppetto, un señor amable y simpático, terminaba más un día de trabajo dando los últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había construido este día. Al mirarlo, pensó: ¡qué bonito me ha quedado! Y como el muñeco había sido hecho de madera de pino, Geppetto decidió llamarlo Pinocho.
Aquella noche, Geppetto se fue a dormir deseando que su muñeco fuese un niño de verdad. Siempre había deseado tener un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada buena y viendo a Pinocho tan bonito, quiso premiar al buen carpintero, dando, con su varita mágica, vida al muñeco.

Al día siguiente, cuando se despertó, Geppetto no daba crédito a sus ojos. Pinocho se movía, caminaba, se reía y hablaba como un niño de verdad, para alegría del viejo carpintero.
Feliz y muy satisfecho, Geppetto mandó a Pinocho a la escuela. Quería que fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito Grillo, el consejero que le había dado el hada buena.

Pero, en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del grillito. En lugar de ir a la escuela, Pinocho decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas.
Al ver esta situación, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que decía una mentira, se le crecía la nariz poniéndose colorada.  Pinocho acabó reconociendo que no estaba siendo bueno, y arrepentido decidió buscar a Geppetto. Supo entonces que Geppetto, al salir en su busca por el mar, había sido tragado por una enorme ballena.

Pinocho, con la ayuda del grillito, se fue a la mar para rescatar al pobre viejecito. Cuando Pinocho estuvo frente a la ballena le pidió que le devolviese a su papá, pero la ballena abrió muy grande su boca y se lo tragó también a él.
Dentro de la tripa de la ballena, Geppetto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieran a pensar cómo salir de allí. Y gracias a Pepito Grillo encontraron una salida. Hicieron una fogata.
El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres tripulantes. Todos se encontraban salvados.

Pinocho volvió a casa y al colegio, y a partir de ese día siempre se ha comportado bien. Y en recompensa de su bondad el hada buena lo convirtió en un niño de carne y hueso, y fueron muy felices por muchos y muchos años

El PATITO FEO (Versión 3)

 A la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral estaban ansiosas de ver a sus patitos, que siempre eran los más guapos de todos.
El día más esperado llegó, fueron siete los huevos que puso la señora pata. ¡Qué hermosos! decían los que apreciaban ese majestuoso momento, pero ¡eyy! Faltaba uno, y no menos importante, hasta se podría decir que era el más esperado por ser el último en poner la señora pata.

salió de ese huevo un patito negro, feíto y medio cojito… las amigas de la señora pata se quedaron asustadas por lo que vieron y se fueron a sus corrales rápidamente.
Conforme pasaban los días los siete patos iban creciendo y el patito chiquito, negrito y feíto se sentía más solo porque su mamá pata y sus hermanitos lo dejaban de lado. A pesar de la actitud de ellos hacia él por su físico, tenía la esperanza de algún día disfrutar momentos maravillosos con su familia cerca de la laguna que los vio nacer.
El patito feo era cojito y uno de sus hermanos patitos se burlaba de él, de su color porque los seis patitos nacieron blanquitos y sobre todo se carcajeaba diariamente de su defecto físico, y le decía que los feos y cojos no deben nacer y que no saben hacer nada, ni siquiera bañarse en la laguna. Mientras eso decía el pato blanquito, el patito feo y negro sólo lo escuchaba detenidamente y le movía la cabeza denotándole que estaba equivocado.
Pasaban los días, de pronto mientras comían los patitos en el corral junto a la señora pata, el pato que se burlaba de su hermano se tropezó sobre una piedra filuda, y se quejó demasiado y lloró toda la noche de dolor. Tenía miedo quedarse coja al igual que su hermano, el patito feo, y tenía miedo de que ahora él se burle de su “desgracia”.

Sin embargo, el patito feo lo que hizo fue ayudarlo y motivarlo a que día a día haga diferentes actividades junto a sus demás hermanos y a la señora pata, como si no tuviera ningún defecto y todo siguiera normal, que no se estanque pensando en su físico, que eso es lo de menos (es algo superficial) , siempre y cuando tenga ganas, voluntad y perseverancia de salir adelante a pesar de los obstáculos de la vida.

Tuvo que sucederle ese accidente al patito blanquito para que se dé cuenta de que lo externo no es lo más importante en cualquier ser vivo. Lo que importa es el espíritu y las ganas de sobresalir ante las adversidades, y así lo logró con la ayuda incondicional de su gran hermano el patito “feo”, que resultó siendo el más hermoso de todos.

lunes, 22 de agosto de 2011

El PATITO FEO (Versión 2)

En un bosque al norte de Perú habitaban una gran variedad de aves que iban desde la pequeña codorniz hasta la inmensa águila, todas las especies convivían en paz y armonía a excepción de una familia, la familia de los patos comandada por la mama pato que era una señora déspota y pedante que siempre se creía superior a las demás especies porque su familia era una de las pocas aves que podían nadar y volar a la vez. Dios que observaba siempre la conducta de cada una de sus creaciones, cansado del comportamiento de la mama pato decidió darle una lección.

Coincidió que un día se producirían al mismo tiempo dos nacimientos, por un lado estaba la mama pato esperando a sus patitos y por otro la mama cisne esperando a que rompan el cascaron los pequeños cisnes, Dios al ver estos nacimientos no tuvo mejor idea que poner un huevo de cisne en el nido de los patos ya que sabía que estas eran las únicas especies del bosque que todavía no se conocían, entonces sin ningún problema de por medio mando al águila para que colocara un huevo de cisne en la familia de la mama pato, hecho esto se produjeron los respectivos nacimientos.

 La mama pato recibió muy cariñosa a sus nuevos patitos, pero vaya sorpresa la que se dio cuando vio que todavía faltaba un huevo por nacer. Al nacer el patito era diferente a sus demás hermanos, blanco como el cielo con pequeñas manchas negras en el pico, sin embargo eso disgusto mucho a la mama pato que no hizo otra cosa que rechazar al pobre patito feo. El patito feo no podía entender el rechazo de su madre, pensó porque el destino era tan cruel y le pagaba de esa manera, pero igual con mucho valor decidió incorporarse nuevamente a su familia, quizás con el paso del tiempo su mama terminaría por quererlo y aceptarlo así que ya de noche se fue a dormir junto con sus demás hermanos.
Al día siguiente al despertar el patito feo se vio solo en el bosque, su familia lo había abandonado, el no quiso creerlo y decidió ir en busca de sus hermanos, al ir caminando por el bosque recordaba cada expresión de desprecio de su madre hacia él, no pudiendo contener mas las lagrimas, lloro desconsoladamente parándose en frente de un arroyo, al ver su reflejo que se distorsionaba por el agua entendió la razón porque su mama y sus hermanos lo habían abandonado, porque era un patito feo así que siguió llorando mientras se arrepentía de haber nacido, fue entonces cuando una mama cisne y sus pequeños que pasaba por allí, lo escucharon llorar, sintiendo mucha pena por él se le acercaron , el patito feo al ver que era igual a los pequeños cisnes sintió mucha alegría al sentir que no era feo sino que era diferente. La mama cisne abrazo fuerte a nuestro pequeño cisne, el al sentir tanto amor por parte de la mama cisne, abrazo a sus hermanos uniéndose a su nueva familia. La mama pato al ver  todo el amor que la mama cisne le otorgaba a su pequeño se sintió muy arrepentida por haberlo rechazado tan solo por ser diferente, fue así que prometió nunca más sentirse más que las demás especies de aves y tratar a todos siempre por igual así algunos tengan diferentes rasgos que otros, al escuchar estas palabras y al ver cumplido su cometido Dios se sintió aliviado y satisfecho al haber logrado que reine otra vez la paz y la armonía entre todas las especies de aves de su creación.

El PATITO FEO (Versión 1)

El verano llegó y la señora pata por primera vez iba a incubar, estaba tan ansiosa por ver a los ojos y darles mucho amor a sus patitos, sus amigas estaban murmurando y esperaban el nacimiento de ellos.
Su número favorito de la señora pata era el siete y justo tuvo siete patos, los seis primeros blancos y bonitos; ella feliz, el último y más esperado por todo Patilandia (corral de los patos) el huevo se rompió y salió un patito negro y feíto; la señora pata igual de feliz, el aspecto físico con el que nació su séptimo y último patito no cambió en nada el amor y las ganas de abrazar a su patito “feo” a pesar de los rumores de las amigas superficiales.
Pasaron los días y amigas fueron a visitar a la señora pata y le hicieron comentarios sobre sus hijos y más por el último. Ella se enfadó por lo que decían las que consideraba sus “amigas”, las botó de su casa y decidió no tener más amistad con ellas.
Ella amaba a sus patitos más que a su propia vida, así sean de diferente color y aspecto físico, no le importaba lo que dijeran los demás porque para ella no existía diferencia entre los hijos, al igual que cualquier madre; todos tratarlos por igual y amarlos por igual y a pesar de los rumores ellos fueron una familia feliz y sin prejuicios.

El PATITO FEO (Versión tradicional)

Como cada verano, a la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los más guapos de todos.
Llegó el día en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se congregaron ante el nido para verles por primera vez.

Uno a uno fue saliendo hasta seis preciosos patitos, cada uno acompañado por los gritos de alborozo de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo, el más grande de los siete, aún no se había abierto.
Todos concentraron su atención en el huevo que permanecía intacto, incluso los patitos recién nacidos, esperando ver algún signo de movimiento.
Al poco, el huevo comenzó a romperse y de él salió un sonriente pato, más grande que sus hermanos, pero ¡oh, sorpresa!, muchísimo más feo y desgarbado que los otros seis...
La Señora Pata se moría de vergüenza por haber tenido un patito tan feísimo y le apartó con el ala mientras prestaba atención a los otros seis.

El patito se quedó tristísimo porque se empezó a dar cuenta de que allí no le querían...
Pasaron los días y su aspecto no mejoraba, al contrario, empeoraba, pues crecía muy rápido y era flacucho y desgarbado, además de bastante torpe el pobrecito.
Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reían constantemente de él llamándole feo y torpe.

El patito decidió que debía buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le quisieran a pesar de su desastroso aspecto y una mañana muy temprano, antes de que se levantase el granjero, huyó por un agujero del cercado.



Así llegó a otra granja, donde una vieja le recogió y el patito feo creyó que había encontrado un sitio donde por fin le querrían y cuidarían, pero se equivocó también, porque la vieja era mala y sólo quería que el pobre patito le sirviera de primer plato. También se fue de aquí corriendo.
Llegó el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo y la nieve y tuvo que huir de cazadores que pretendían dispararle.



Al fin llegó la primavera y el patito pasó por un estanque donde encontró las aves más bellas que jamás había visto hasta entonces. Eran elegantes, gráciles y se movían con tanta distinción que se sintió totalmente acomplejado porque él era muy torpe. De todas formas, como no tenía nada que perder se acercó a ellas y les preguntó si podía bañarse también.
Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron:
- ¡Claro que sí, eres uno de los nuestros!
A lo que el patito respondió:
-¡No os burléis de mí! Ya sé que soy feo y desgarbado, pero no deberíais reír por eso...
- Mira tú reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y verás cómo no te mentimos.
El patito se introdujo incrédulo en el agua transparente y lo que vio le dejó maravillado. ¡Durante el largo invierno se había transformado en un precioso cisne!. Aquel patito feo y desgarbado era ahora el cisne más blanco y elegante de todos cuantos había en el estanque.
Así fue como el patito feo se unió a los suyos y vivió feliz para siempre.

Blanca Nieves y los 7 enanitos (versión3)

En un reino muy lejano vivían en un castillo dos mujeres muy hermosas, una de ellas era Blanca Nieves y la otra era una bella madrastra, era muy bella y de buenos sentimientos, además se habían hecho muy buenas amigas juntas. Pero en el reino también existía una malvada bruja, que sentía envidia hacia ellas, así que decidió desunirlas. Fue así que un día se disfrazo de anciana y fue a dar al reino pidiendo ayuda y comida, en ese momento Blanca Nieves no se encontraba en el castillo solo estaba la madrastra y fue ella quien acogió a la anciana y le dio de comer , la anciana en señal de un supuesto agradecimiento le ofrece un espejo encantado que le diría siempre la verdad y pide que no lo rechace , así que la madrastra acepta el obsequio de la anciana; quien después aduciendo que tenia que seguir su camino se retira del castillo.


Cuando Blanca Nieves regresa al castillo, la madrastra le cuenta el extraño suceso, pero luego de ello no le dan más importancia.
 A la mañana siguiente, la madrastra al levantarse ve el espejo y como perseguida por la curiosidad decide mirarse en el para ver el encanto que este encerraba, y se da con la sorpresa que el espejo hablaba y lo primero que le dijo es que era ella la mujer mas hermosa del reino y muchos elogios mas que a ella le encantaban además le sugirió lo que debía usar y las cosa que podía hacer  ese día, ella sin querer obedeció a lo que le dijo el espejo y así cada día sin notarlo ella misma se hacia mas dependiente a lo que le ordenaba con frases hermosas el espejo, que no eran mas que las ordenes de la malvada bruja que con cada indicación que la daba a la madrastra la iba alejando de Blanca Nieves.


Hasta que un buen día, la malvada bruja  se disfrazo de un empleado del castillo y fue a buscar a Blanca Nieves, a quien llevo con engaños al bosque muy lejos del castillo le dijo que había sido su madrastra y que por favor huyera muy lejos para que se salvara; él por le diría a la madrastra que la había matado y como supuesta prueba el corazón de su muerte le llevaría el corazón de un ciervo. Blanca Nieves quedo asustada ante esto y no concebía la idea de que su madrastra le hiciera esto, pero la bruja disfrazado del empleado le aseguro que si ella volvería la mataría y también a él, obligándola por el miedo a la hermosa Blanca Nieves a huir por el bosque.
En el castillo, la madrastra al no encontrar a Blanca Nieves, emprendió una búsqueda con todos los pobladores del reino y del castillo; pero pasaron los días y la madrastra se desesperaba y insistía más al no tener noticias de su amada hijastra. Mientras tanto la bruja que en un principio solo buscaba desunirlas y que ambas sufrieran por separado; se entero que su cariño había crecido mas por Banca Nieves, al no desfallecer en su búsqueda. Es entonces que la bruja decide nuevamente disfrazarse de la anciana, encuentra a Blanca Nieves en el bosque y con engaños le hace comer una manzana envenenada que la llevaría a un sueño profundo.
Esa misma mañana llegan siete enanitos al palacio reclamándole a la madrastra por haber matado a Blanca Nieves, la madrastra al enterarse llora mucho y cuenta que ella jamás había hecho eso, los enanitos le creen y la llevan a donde reposaba Blanca Nieves, en el camino le cuentan que ellos la habían conocido en el bosque y ella había estado viviendo con ellos.
Luego de esto la madrastra, manda a poner a Blanca Nieves en una urna de cristal.
Cuando regresa al palacio se da cuenta que el espejo encantado no estaba y se da cuenta de todo el plan la malvada bruja, así que decide pedirle ayuda a el hada del reino , además de ello el hada logra quitarle todos sus poderes para que no vuelva a ser el mal.
Luego de un tiempo Blanca Nieves logra despertar del sueño profundo por el beso que le dio un apuesto príncipe, con quien se caso.
 Finalmente la madrastra y Blanca Nieves siguieron siendo muy buenas amigas y así por mucho tiempo vivieron felices.

Blanca Nieves y los 7 enanitos (versión 2)

En un bosque muy lejano vivían siete  pequeños pero villanos enanitos, todos trabajan en una mina donde extraían oro todos los días ya que anhelaban ser muy ricos. Eran seres muy ambiciosos y serian capaz de hacer cualquier cosa por obtener más y más oro; y así lograr su objetivo. Cierto día,  después de un arduo trabajo en la mina, llegaron a su casa y encontraron a una joven muy hermosa, de labios rojos, grandes ojos y con la piel mas blanca que la nieve, ella aseguro que su nombre era Blanca Nieves, que era una princesa muy rica, pero que su malvada madrastra, la había mandado a matar porque sentía envidia por su belleza, y era por ello, que ella había huido hasta llegar a aquella casita, que de un modo , le pareció acogedora. Ellos no creyeron lo que Blanca Nieves les contó, y pensaron que era una ladrona y que les quería robar su apreciado oro , que guardaban con recelo en un lugar secreto de su casa , uno de ellos fue a verificar que su oro seguía en su casa , mientras los otros tenían vigilada a Blanca Nieves para que no huya , pero al regresar este enanito  y constatar que su gran tesoro no había sido robado.
 Decidieron que la joven ya podría irse, Blanca Nieves a pesar de su trato pidió que la acogieran ya que no tenia un lugar donde ir y dormir, tanto fueron sus lagrimas y su clamor hacia ellos que terminaron accediendo siempre en cuando ella tenia que trabajar para ellos, haciendo los quehaceres de la casa y además quedaría encerrada con llave en la casa, ya que los enanitos desconfiaban de ella y no querían que les roben su tesoro y huya muy lejos. Ella acepto, y así todo  el día ella cocinaba, lavaba, y planchaba para ellos sin poder salir.


Un día, llegaron de la mina y  no encontraron a Blanca Nieves, de inmediato se desesperaron y salieron en busca de la joven creyendo que había huido con su apreciado oro, buscaron y buscaron hasta que la encontraron tirada en el suelo con una manzana en su mano; estaba muerta y sin saber que hacer solo decidieron regresar a su cas con ella a cuestas, pero al llegar a su casa se dieron cuenta que su oro seguía ahí y que por su prematura desconfianza solo les basto con que Blanca Nieves no estuviera ahí para que creyeran que les había robado. En esos momentos se sintieron mal por su actuar y sintieron tristeza por Blanca Nieves ya que de alguna manera ella había sido buena con ellos a pesar de su mal trato que ellos le habían brindado. Así que en señal de ese agradecimiento los enanos la colocaron en una urna de cristal en medio del bosque.

Luego de un tiempo se enteraron que ella no había muerto y que se había casado con un príncipe que la había encontrado en el bosque y la había despertado con un beso, entonces pensaron que ellos los acusaría por el maltrato que había vivido, así que temerosos huyeron a otro bosque y nunca jamás se supo de ellos.

Blancanieves y los 7 enanitos(versión 1)

Había una vez una reina muy bella que tenía una hermosa hijastra llamada Blancanieves; pero ésta era muy joven y vanidosa. Blancanieves siempre atormentaba a la reina burlándose de estar envejeciendo y la reina decidió darle una lección enviándola a vivir con unos sabios enanitos, para que aprendiera a ver las cosas desde lo más simple; sin embargo ella ofendida quiso quedarse a vivir lejos de su madrasta ya que quería salir y ser libre.
En la casa de los 7 enanitos, Blancanieves fue bien recibida por ser bella y hermosa, además ella intentaba seducirles para que la sirvieran en todo lo que ella quería; sin embargo al pasar los días los enanitos se dieron cuenta que no le gustaba  hacer nada, pasaba horas frente al espejo mirándose y repitiendo: “Soy la más hermosa del mundo y queria que los indefensos enanitos le digan lo mismo bajo amenaza”, entonces cansados e indignados por tal haraganería decidieron llamar a la reina para que la recogiera.
Al día siguiente llego la reina vestida de ancianita llevándoles manzanas y le rogo que volviera pero ella cogió una manzana y embocándola se empezó a reír diciendo: “nunca volveré estoy cansada de que me estés repitiendo que hacer aquí soy la reina y esperaré un hermoso príncipe que me salve de estos enanos aburridos”. Entonces se atoró con la manzana por estar riendo demasiado y cayó casi muerta al suelo; la reina asustada le decía que luche por su vida y lloro amargamente.
Llegaron los enanitos y llamaron a un médico para que la salve pero ella mientras estaba inconsciente escucho que los enanitos decían que la reina (madrasta) debe resignarse y que además ella era una persona hermosa pero todo era vanidad y holgazana; pero la madrasta le rogaba al doctor que haga lo posible. Blancanieves sentía que había defraudado a todos los que conocía y no quería despertar.
El médico luchaba por salvarla diciéndole que debe luchar que era joven y podía cambiar lo mal que había hecho su vida y dándole un beso Blancanieves mágicamente despertó, aprendió que nunca es tarde para hacer mejor las cosas siempre y cuando existe alguien a quien demostrarle que puede ser mejor hasta ella misma, así desde ese momento pidió perdón a su madrasta y enanitos y fue feliz junto a su príncipe que le enseño  valorar más las cosas. ¡Colorin colorado este cuento se acabado!

viernes, 19 de agosto de 2011

Blanca Nieves y los 7 enanitos (versión tradicional)

En un lugar muy lejano, muy lejano vivía una hermosa muchacha que se llamaba Blancanieves. Su cara era muy dulce, su mirada angelical y su sonrisa iluminaba la oscuridad.
Blancanieves, vivía en un castillo con su madrastra, una mujer muy mala y vanidosa, que lo único que quería era ser la mujer más hermosa del reino. Todos los días preguntaba a su espejo mágico quién era la más bella del reino, y el espejo le contestaba:
- Tú eres la más hermosa de todas las mujeres del mundo, reina mía.
El tiempo fue pasando hasta que un día el espejo mágico contestó que la más bella del reino era Blancanieves. La reina, llena de furia y de rabia, ordenó a un cazador que llevase a Blancanieves al bosque y que la matara. Y cómo prueba traería su corazón en un cofre de plata. 
El cazador llevó a Blancanieves al bosque pero cuando allí llegaron, el cazador  sintió lástima de la joven y le aconsejó que se marchara muy lejos del castillo, llevando en el cofre el corazón de un jabalí. La muchacha así lo hizó y se adentró en las profundidades del bosque para alejarse.
Blancanieves, al verse sola, sintió mucho miedo porque tuvo que pasar la noche andando por la oscuridad del bosque. Al amanecer, descubrió una preciosa casita en medio del bosque. Entró sin pensarlo dos veces. Los muebles y objetos de la casita eran muy pequeños. Había siete platitos en la mesa, siete vasitos, y siete camitas en una habitación, dónde Blancanieves, después de juntarlas, se acostó quedando profundamente dormida durante todo el día.
Al atardecer, llegaron los dueños de la casa. Eran siete enanitos que trabajaban en unas minas cercanas. Se quedaron admirados al descubrir a Blancanieves y su radiante belleza. Ella, al despertar, les contó toda su triste historia y los enanitos la abrazaron y suplicaron a la muchacha que se quedase con ellos. Blancanieves aceptó y se quedó a vivir con ellos.
Eran felices. Muy felices. Cantaban, reían, bailaban y lo pasaban en grande.
Mientras tanto, en el castillo, la reina se puso otra vez muy furiosa al descubrir, a través de su espejo mágico, que Blancanieves todavía vivía y que aún era la más bella del reino. No podía soportar no ser la más bella del mundo, y sufría por ello.
Furiosa y vengativa, la cruel madrastra se disfrazó de una inocente viejecita y partió hacia la casita del bosque. Allí, cuando Blancanieves estaba sola, la malvada se acercó y haciéndose pasar por buena ofreció a la niña una manzana envenenada. Cuando Blancanieves dio el primer bocado, cayó
desmayada, para felicidad de la reina mala.
Por la tarde, cuando los enanitos volvieron del trabajo, encontraron a Blancanieves tendida en el suelo, pálida y quieta; creyeron que estaba muerta. Tristes, los enanitos construyeron una preciosa urna de cristal para que todos los animalitos del bosque pudiesen despedirse de Blancanieves.
Unos días después, apareció por allí un príncipe a lomos de un caballo. Y nada más contemplar a Blancanieves, quedó prendado de ella y de su belleza. Estuvo un rato admirándole y al despedirse la dió un beso en la mejilla, Blancanieves, como por arte de magia, volvió a la vida, pues el beso de amor que le había dado el príncipe rompió el hechizo de la malvada reina.
Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel reina del palacio, y desde entonces todos pudieron vivir felices y sin temor a las maldades de la vieja mala.